Durante 1958 se pusieron en relieve las falencias del equipamiento antisubmarino de la Aviación Naval, con motivo de la presencia de submarinos no identificados en aguas argentinas. Lo que requirió la inmediata adquisición de aviones Tracker S-2A, que se incorporarían en 1962 junto con el portaaviones ARA "Independencia", desde donde operarían hasta su retiro, en que sería reemplazado por el ARA "25 de Mayo.
Con su incorporación se crea la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina, con asiento en sus comienzos en la Base Aeronaval Punta Indio, luego en la definitiva Base Aeronaval Comandante Espora. Los Tracker a fines de 1978 serían desplegados a bordo del portaaviones y a bases aeronavales, en zona sur del país con motivo del conflicto limítrofe con Chile, realizando vuelos de exploración antisubmarina y antisuperficie.
Los avances tecnológicos, determinaron la necesidad de actualizar los medios, efectuando la adquisición de Tracker en su versión S-2E, que se integrarían en las operaciones embarcadas junto a los viejos S-2A, que serían modificados a la versión utilitaria, como el remolque de blancos, spotting, adiestramiento multimotor, enlace, etc. Hacia Marzo de 1982, los Tracker son embarcados en el ARA "25 de Mayo", desde donde realizan durante los días previos y subsiguientes a la recuperación de las Islas Malvinas, vuelos de exploración antisubmarina y antisuperficie.
Fue durante una navegación de la Flota de Mar, que un Tracker contactó a la Flota británica, iniciándose la planificación de un ataque aéreo, que no pudo concretarse debido a las condiciones meteorológicas, aún así los vuelos de exploración de S-2E continuaron hasta que durante el regreso de la flota al apostadero, es localizado un submarino no identificado y atacado por un Tracker con torpedos, sin que se evidenciaran impactos, sin embargo información británica menciona que un submarino Clase Oberon fue dañado durante el conflicto.
Los S-2E serían redesplazados a la Estación Aeronaval Río Gallegos desde donde volarían recabando información sobre la localización de unidades enemigas para permitir el cruce a los medios propios. Los S-2A fueron destacados inmediatamente a Tierra del Fuego desde donde realizaron vuelos de verificación de costa, de exploración de superficie, de búsqueda de naufragios, quizás la más importante en las que intervino fue en la localización de los supervivientes del crucero ARA "Gral. Belgrano".
En 1988 los S-2A finalizaban su servicio activo en la Aviación Naval.
Escala 1/72 Maqueta armada en el año 2009 por el VGM. LUIS CISNEROS. El kit para su posterior armado fue donado por el VG. JOSE CAPURRO.